Juan Pérez pide recordar al concejal de Cultura y Turismo como “un humanista y hombre en mayúscula amante de las letras que supo interpretar Lucena de manera extraordinaria”

Juan Pérez pide recordar al concejal de Cultura y Turismo como “un humanista y hombre en mayúscula amante de las letras que supo interpretar Lucena de manera extraordinaria”  

Manolo Lara Cantizani, concejal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Lucena, ha fallecido esta tarde a la edad de 50 años como consecuencia de la enfermedad que le ha mantenido alejado en los últimos meses de su habitual actividad diaria como miembro de la Corporación lucentina.

Lara Cantizani, casado y padre de dos hijas, se ha convertido en una de las caras más visibles del Ayuntamiento de Lucena desde el año 2007, cuando accedió por primera vez a la gestión municipal como integrante de la candidatura socialista. Primero con José Luis Bergillos en la Alcaldía y, desde 2011, de la mano de Juan Pérez, Manolo Lara ha liderado la gestión de las políticas culturales municipales, a las que accedió como uno de los poetas y escritores de mayor proyección del panorama cordobés y andaluz.

Durante sus cuatro mandatos corporativos, el último de ellos iniciado el pasado mes de junio como cuarto teniente de alcalde, Manolo Lara también asumió, junto a la Delegación de Cultura, responsabilidades en las áreas de Turismo, Desarrollo Empresarial e Innovación, Deportes y gestión de los fondos europeos. Proyectos recientes como la candidatura de Lucena ante la Unesco como Ciudad Creativa de la Música o el guión de los fondos EDUSI Lucena Cohesionada y el segundo Plan Estratégico de la ciudad, llevan su sello personal, al igual que el Botellódromo de las Palabras, la Media Maratón Ciudad de Lucena, la construcción del Auditorio Municipal o su compromiso por llevar la literatura al callejero de la ciudad mediante la rotulación de calles y plazas con el nombre de grandes autores nacionales.

Para Juan Pérez, la presencia de Manolo Lara como representante político en el Ayuntamiento de Lucena representa “una huella que jamás el tiempo podrá borrar, por su extraordinaria manera de saber interpretar nuestra ciudad, a la que quería y apreciaba por encima de cuestiones partidistas”. Añade el alcalde lucentino que “la pérdida de Manolo Lara supone la marcha de un humanista, un hombre en mayúscula amante de las letras, cuyo recuerdo vivirá por siempre en el imaginario colectivo de Lucena”.     

Conocida la triste noticia del fallecimiento de Lara Cantizani, el Ayuntamiento acaba de celebrar Junta de Portavoces para la aprobación de una declaración institucional de solidaridad y apoyo a la familia y amistades del edil lucentino, así como la declaración de un día de luto oficial, durante el cual la bandera de Lucena de la plaza Nueva ondeará a media asta y lucirá un crespón negro en señal de duelo. Igualmente, se ha decidido suspender la celebración del acto institucional del Día de Andalucía previsto para mañana a las 12.00 en el salón de plenos. El concierto de José Mercé, incluido en la programación del Día de Andalucía, sí se mantiene a las 13.00 horas.   

Lara Cantizani, bandera para los haikus

Durante su trayectoria literaria, Manuel Lara Cantizani ha escrito y participado en innumerables textos y colecciones, aunque sin duda su labor más importante ha estado del lado de la creación como impulsor de múltiples proyectos literarios.

Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada y profesor en varios institutos de Educación Secundaria de la localidad, ha compaginado su actividad literaria con la docencia de manera magistral, publicando la obra de su alumnado, siempre con los haikus como bandera. Fruto de ese trabajo fueron Once de marzo, antología de haikus desde Lucena (Béjar, El árbol espiral-El sornabique, 2004), recopilación de haikus de los alumnos del IES Clara Campoamor; Haikus del mal amor (Málaga, Diputación, 2005), recopilación de haikus de los alumnos del IES Clara Campoamor; y Deshielo en primavera (Málaga, Diputación, 2006), recopilación de haikus de los alumnos del IES Marqués de Comares.

Además, y como no puede ser de otra manera para un “tigre creativo” como era Manuel Lara, su producción propia es amplia, y se encuentra recogida tanto en poemarios individuales (Yo maté al cisne, 1994; Poemas adúlteros, 1996; Todo lo que sé de ti y otras mentiras, 1999; Incultura clásica, 2002; Versos, 2002; Los 4 elementos, 2004; El invernadero de nieve, 2007) como en antologías poéticas (Isla desierta, 2001; Edad presente: poesía cordobesa para el siglo XXI, 2003).

Como editor literario, cuenta en su haber con Su nombre era el de todas las mujeres… y otros poemas de amor y desamor, de Luis Alberto de Cuenca, 2005, además de las publicaciones de su alumnado antes mencionadas.

Mucho más recientes son las colecciones El Orden del Mundo, junto al también poeta Jacob Lorenzo, que ha traído a Lucena grandes figuras de la literatura nacional e internacional, como ya hiciera con la colección 4 Estaciones, varios años atrás. Y es que esta es una de las señas de identidad del movimiento poético y cultural de Manolo Lara, el esfuerzo incansable por traer a Lucena, a su casa, lo más granado de la literatura actual, haciendo que la luz de Lucena siga brillando.

No obstante, la labor literaria no termina ahí, y es que en los últimos meses la genialidad y la solidaridad se han dado la mano, resultando de estas la obra Haikus del buen amor desde Lucena (y el mundo), 2018, cuyos beneficios han sido destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer. Hace escasas semanas, publicaba su último libro de poemas, Catadora.